Caperuza y el Lobo - TREINTA Y CINCO - Zaslove, La Maldita Roja

domingo, 11 de agosto de 2019

Caperuza y el Lobo - TREINTA Y CINCO




La Bruja Verde se fue de la manada poco después de asegurarse de que Joan se había ido, sin embargo, antes de partir habló con Cirse y le advirtió que la esperaba en el Reino de Blancanieves.

 —No tienes opción. No te puedes quedar en este lugar. 

—Tampoco tengo que ir con tu amiga la loca. 

—Haz lo que quieras, pero no puedes quedarte aquí y ese Lobo que protegiste tiene a otra. 

Por un momento Caperuza se quedó sin respiración y sintió que se le derrumbaba el mundo, pero eso no detuvo a su tía, quien siguió hablando sin importar el dolor reflejado en su cara. 

—Cuando llegue aquí, una mujer se mostró muy cercana a él. Investigué un poco y al parecer es su prometida, es la sobrina del antiguo alfa y se acompañaban a todos lados. ¿Quieres que me quede y te ayude con algo? 

—No, yo me haré cargo. Gracias, tía —respondió Cirse, retomando un poco el control de sus emociones—. Ve a controlar a Grimhilde. 

Caperuza supo que su tía le ofrecía ayuda para vengarse de Adriel, pero ella aun no sabía lo que iba a hacer y le urgía que Aradia se fuera, para dejar de ocultar el brazo que le había roto Joan. 

Adriel había ordenado que Cirse y los lobos fueran llevados a una cabaña desocupada, que estaba cerca de su propio hogar.

Sabía que Aradia se había ido poco después que la hechicera de Cenicienta, pero seguía sin atreverse a ir a ver a Caperuza. Tenía miedo de que ella se volviera a ir y que lo dejará, pero también estaba preocupado de que su gente se diera cuenta de sus sentimientos; ellos ya le preguntaban porque Cirse no se había ido con la Bruja Verde. 

—Está bajo la protección de Louis y sus lobos, y ellos nos ayudaron, así que no podemos correrlos— era la respuesta que daba cuando alguien lo cuestionaba, mitad verdad y mitad mentira. 

Horas antes de la cena, donde iba a estar presentes todos, se reunió con Louis, era la primera vez que lo veía, aunque durante el día se enteró de su posición y de que era el lobo que mató al guardia.

—Un gusto conocerte— empezó Louis en la sala de su hogar, donde horas antes se había
reunido con Joan—. Gracias por cuidar de mis lobos y darnos un refugio hoy. 

—No, gracias a ti, tus lobos nos advirtieron— aunque ninguno era agresivo u hostil, el ambiente era demasiado tenso. 

—Mi camino con la bruja y los guardias fue muy largo, y no me gusta viajar en la mañana. Si me los permites, saldré con mi gente mañana por la noche.  

Adriel notó que no se refirió a Cirse en ningún momento, pero ella podría está incluida en "su gente", ya que no dijo lobos o manada. 

—Si puedes. ¿La Bruja?— Louis levantó la comisura de sus labios y Adriel tuvo la sensación de que sabía su secreto. 

—Ella se va conmigo— olio la furia que emanaba de Adriel y entendió que cometió un error al decir conmigo—, le debo la vida y me pidió que la sacara del Bosque Encantado. 

Durante varios segundos, que parecieron eternos, ambos se quedaron en silencio. Louis supo que Adriel estaba conteniendo su furia, pero después de un rato tomó la iniciativa y volvió a hablar. 

—No quiero parecer abusivo, pero podrías pedirle a algún curandero que vaya a vernos.

—Sí, también iré yo, quiero conocer a la Bruja — mentiroso, pensó Louis, sí sabía la verdad. Cirse le había contado todo, para que pudiera ayudarla en más cosas.  

Regresó a la casa en la que se hospedaba y encontró a dos de sus lobos jugando cartas, mientras su hermano, Lucas, bebía algo en la cocina. 

—La Bruja tomó un baño, tuvimos que ayudarla por lo de su brazo y ahora está haciendo sus cosas en una de las habitaciones. Tiene temperatura por el dolor, pero va a sobrevivir. 

—Ya pedí una curandera, vendrá con el alfa de aquí. ¿Qué clase de lobo es? 

—Un sujeto amable y considerado, pero no deja que nadie ponga en duda sus decisiones. La Bruja Verde lo amenazó en varias ocasiones por ello y nos puso en peligro a todos. 

—Iré a ver a Cirse. 

Louis subió a la habitación en la que estaba Caperuza y sin tocar entró. La vio arrodillada en el centro del cuarto, todos los muebles estaban en las orillas y ella en medio de un círculo de sangre, a lado reposaba el cuerpo de un conejo decapitado. Por alguna razón el cuarto estaba oscuro y sólo había una vela alumbrando el interior, aparte de la figura de una niña de pie frente a ella, igual que un fantasma. 

Sin voltear a verlo, pero con la mirada fija de la niña en él, Cirse le dijo que tenía que tocar la puerta. 

—Lo siento, Adriel va a venir con una curandera. 

—Ella es mi hermana— dijo ignorando su aviso—, viene a ver cómo estoy. 

—Ya me voy— interrumpió la niña y desapareció. De inmediato, la luz volvió a alumbrar la habitación y la bruja le hizo una seña de que la ayudara a levantarse. 

—No deberías utilizar tu magia— le recomendó amablemente mientras la levantaba del piso.

—Tenía que avisarle a alguien que estoy bien.  

—¿Más familiares? 

—Sabes demasiado de mí, te tendré que borrar la memoria.

—En dos horas es la cena, será al aire libre, trata de no amenazar nadie y nos vamos mañana al anochecer— el hombre lobo se calló de repente, escucho el sonido de la puerta principal—. Ya llegó tu novio y la curandera.

ZASLOVE, LA MALDITA ROJA
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2 comentarios:

  1. Cuando van a estar los demás capítulos disponibles? Ya quiero saber que pasa, estoy más que fascinada con la historia

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    1. Hola, acabo de pubicar uno... es que la sigo escribiendo, por eso a veces me tardo. Lo siento :(

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