Durante la mañana
llegaron tres lobos de una manada ajena a la de Adriel, eso lo inquietó, pero
no quería parecer hostil, así que lo recibió en su propia casa, con la
intención de parecer más amable, aunque la verdad era que si había una pelea
ese era el lugar más seguro para todos, ya que vivía sólo en un terreno
solitario.
—Adriel, yo soy Luca,
él es Mario y ella es Linda— dijo el lobo al mandó del pequeño grupo, aunque
Adriel supo de inmediato que no era alfa.
—Él es Gailan, Yul y
Mar. ¿Qué los trae por aquí?
—Nuestras manadas
nunca han estado en guerra, Gailan nos apoyó en varias ocasiones y por eso
siempre estaremos agradecidos.
—Si Gailan confía en
ustedes, yo también— Adriel sabía que el ex alfa de su manada había hecho
varias alianzas, sobre todo con manadas del Bosque Encantado.
—Nuestro alfa nos
mandó a verlos. Dos brujas y cinco guardias del palacio vienen en busca de
traidores del reino.
—Aquí no hay ningún
traidor— interrumpió Gailan ofendido.
—Tampoco en nuestra manada
y aun así les rompieron los brazos a seis de nosotros.
—¿Cómo es posible
eso?— preguntó Yul sorprendido— Ella siempre ha sido una reina justa, no
va por ahí matando o torturando seres, ni su gente.
—Consideran como
traición haber trabajado para la madrastra de Blancanieves, en contra del Reino
de las Maravillas.
—¿Por qué no
mintieron? Ni las brujas, ni los guardias, pueden saber cuándo alguien miente o
les dice la verdad.
—Una de las brujas
tiene el poder de hacer que los lobos hagan lo que ordenen, a mí me obligó
quedarme quieto y a nuestro alfa a decir la verdad. No tuvimos opción.
¡Cirse! No, no puede ser ella, pensó
alarmado Adriel, quien no se atrevía a hacer ninguna pregunta por miedo a saber
que Caperuza fuera una de las brujas.
—Le hemos avisado a
todas las manadas, ustedes son los últimos— continuó Linda—. Entre lobos
debemos protegernos, aunque no exista ninguna alianza.
—¿Cómo saben que
vienen?— se atrevió por fin a preguntar.
—Antes de irse de
nuestra aldea, dijeron que aún les faltaban cuatro aldeas y nuestro alfa está
viajando a su lado— Luca les contó lo que había sucedido cuando los seis lobos
habían sido acusados de traición—. Mi hermano, Louis, decidió viajar con esta
bruja para pagar su deuda.
—Una de las brujas es
Joan Wytte, sabemos quién es. ¿Cómo se llama la otra?— cuestiono Yul, sin mirar
a Adriel, pero teniendo las mismas sospechas.
—Siempre mantuvo su
nombre en secreto, nunca la habíamos visto.
Adriel hizo que Yul
llevará a los tres lobos a una casa, aparte de dar órdenes para darles de comer
y cualquier cosa que necesitaran, hasta que decidieran regresar a su hogar. Ahora
no es momento de preocuparme por Cirse, primero la manada, pensó cuando se
quedó a solas con Gailan y Mar.
—¿Qué vamos a hacer?—
preguntó el ex alfa.
—No lo sé— respondió
Adriel, viendo fijamente a Mar, quien era uno de los cinco lobos que acudieron a
ese trabajo.
—No voy a dejar que
le pongan un dedo encima a Mar— gruño Gailan.
—Yo tampoco, pero,
aunque los saquemos de la manada, Ella y su gente los podrían seguir y no
quiero exiliar a cinco lobos, sólo por hacer un trabajo. ¿Cómo es esa Joan?
Pensé que era buena.
—Es muy correcta y
justa, difícil de tratar, parece que no siente absolutamente nada. Tiene una
visión en la que lo bueno es bueno y lo malo es malo, no hay escalas de grises.
—Era un trabajo
secreto. ¿Cómo se enteraron?— interrumpió con miedo la loba— Grimhilde tiene
brujos poderosos a su lado, para mantener todo tan secreto como lo desea—
Adriel la tomó de la mano y trató de darle un sonrisa llena de confianza.
—No te preocupes, lo
resolveremos, aunque tengamos que pelear. Nadie te va a hacer daño. ¿Cuánto
tiempo tenemos?
—Puede que Lucas y
los otros lobos lleven una ventaja de tres días— respondió Gailan con pesar.
ZAZLOVE, LA MALDITA ROJA
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