Caperuza y el Lobo - TREINTA Y DOS - Zaslove, La Maldita Roja

miércoles, 12 de junio de 2019

Caperuza y el Lobo - TREINTA Y DOS






—Esto es ridículo

—¿Por qué? Todas ustedes dan todo por amor.

—Por eso— respondió la Bruja Verde, volteando a ver a su sirviente, Nim, quien era un joven que por una maldición se convertía en serpiente cada noche. Era unos años menor que su sobrina, de cara pálida y ojerosa, y un cabello que parecía tener todos los diferentes tonos de café—. Cirse debería saber que el amor sólo trae desgracias.

Un pueblo del Reino de las Maravillas le regaló a Nim, cuando este tenía sólo cuatro años. El pequeño estaba en un estado deplorable, con marcas de tortura, sucio y visiblemente famélico. Sin embargo, todo eso era cosa del pasado, la Bruja Verde se había encargado de destruir a todas las personas de ese lugar y había convertido a Nim en su hijo, más que su sirviente. 

—De todos modos, no entiendo que quiere Cirse que hagas.

—Proteger a los lobos.

Hace varios días Cirse le había mandado un mensaje a través de un espíritu del bosque, le pedía ayuda para proteger a Adriel y su manada de Joan Wytte, que al parecer quería un castigo para los traidores, y que a su vez tenía a su sobrina trabajando para ella. La Bruja Verde estaba enojada con Caperuza por ponerse en peligro, pero aun así la iba a ayudar.

No conocía en persona a la bruja de Ella, pero tenía una reputación ambigua como todas las brujas que se hacían llamar buenas. ¿Qué tan buena puedes ser si no tienes compasión?, se preguntó Aradia.

Tras varios minutos de meditar que hacer, simplemente decidió entrar a la aldea y esperar al alfa, con Nim a su lado. No pasó mucho tiempo cuando una multitud de lobos la rodeo y se pusieron en guardia para atacar.

—Tranquilos— ordenó y todos se calmaron inmediatamente. En eso apareció Adriel, aunque no lo conocía en persona supo que era él—. Adriel.

—No le hagas eso a mis lobos.

—¿Qué? Decirles que se calmen, también puedo hacerlos enfurecer. En guardia. O hacer que te maten— dijo y todos los lobos voltearon a ver a Adriel, listos para atacar.

—Basta.

—Son libres— dijo y todos la voltearon a ver enfurecidos, pero no hicieron nada—. Tenemos que hablar.

—¿Quién eres?

—Es la Bruja Verde— respondió una mujer que tomó del brazo de Adriel y se pegó a él, provocando que Nim hiciera un sonido de incredulidad a su lado—, fue la que nos indicó a quien atacar en el Reino de las Maravillas.

—Gracias Mar… — de repente a Adriel se le dificulto respirar y cientos de avispas aparecieron de la nada.

—¿Qué te pasa Adriel?— pregunto Mar tratando de darle consuelo— ¿Qué le estás haciendo?

—¡Quietos!— dijo Aradia y se acercó al lobo que estaba de rodillas en el suelo, con su pie lo aventó para que terminara de caer y le enterró su zapato en una pierna— Eres igual de bastardo que todos. No mereces que te ayude, ni a ti, ni a tú estúpida manada. Debería matarlos a todos, en vez de protegerlos de Joan…

—Ar— le habló Nim—, basta.

Las palabras de Nim calmaron a la Bruja Verde, quien estaba empezando a perder el control y liberó a todos de su hechizo. Varios la miraron con enojo y otros con miedo, pero nadie se atrevió a acercarse a ella.

—Bien, vamos a hablar. Joan no tardará mucho en llegar y necesitamos hacer algo para que no lastime a ninguno de ustedes. ¿Cuál es tu casa Adriel?

ZAZLOVE, LA MALDITA ROJA
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2 comentarios:

  1. Neta, me dejas picada cada día con el siguiente capítulo porque quiero seguir y seguir leyendo:(

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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