La puta del baño - Zaslove, La Maldita Roja

lunes, 29 de abril de 2019

La puta del baño



Hola, amor:

Antes de empezar, quiero decirte que esta es la primera y última carta que te escribo. Aunque debo confesarte, que hace unos días empecé a escribirte otra, sin embargo, al enterarme de tu traición no pude terminarla. Es triste, porque esa iba a ser la primera carta de amor que iba a hacer y ahora me tendré que conformar con esta…

No te negaré que me lastimaste y heriste mis sentimientos, yo te amo y tú me traicionaste y todo este tiempo me he preguntado la razón. ¿Qué hice mal? ¿Me lo merecía? Sin embargo, no importa a quien le pregunte nadie sabe la respuesta. Así que me pasó repasando lo que paso esa noche, una y otra vez.

Te fuiste de fiesta y no pude acompañarte por un problema familiar; entonces tú te dedicaste a beber y beber, sin detenerte, y te pusiste borracha. Tomaste tanto que en un punto de la noche vomitaste tus zapatos, te caíste en la taza del baño y te quedaste tirada en los lavabos, hasta que alguien fue por ti.

Esa noche yo no te pedí que no fueras. Sentí que no era justo que, por un problema mío, te quedaras sin divertirte.

No me sorprendió el estado en el que me dijeron que te vieron, te conocía; pero al día siguiente que me llegaron fotos tuyas, no sólo besándote con otro, sino dejando que te metiera su mano entre tu ropa, sin ningún tipo de pudor o cuidado en la entrada de los baños y con un extraño charco de color marrón a un lado. Bueno, eso sí me sacó de onda…

Mi duda no es la razón detrás de tu infidelidad, esa es más que obvia, tú no me quieres. Pero, dime, ¿siempre haces lo mismo? ¿Te pones ebria y vas besando chicos, con sabor a vasca? Porque de saberlo, hubiera vomitado todo tu veneno y te hubiera dado un beso como los que te gustan.

Como sea, cariño, tú sabes como soy, no me puedo quedar con la duda y pensé que existía la posibilidad de que sólo fuera cosa de una sola vez. Sin embargo, me equivoque… el chico que conociste el fin de semana pasado, cuando me escribías mensajes de: “te amo”, “te extraño”, “perdóname”, “fue cosa de una sola vez”.

Ese chico al que besaste después de una plática de tres frases es mi amigo y yo fui muy estúpido al darte el beneficio de la duda. Pero amor, debiste usar condón.

Verás, el chico que se acercó a ti con cerveza en mano y te dijo tenías una bonita sonrisa, se trata de un amigo. Al parecer, no le fue difícil “conquistarte” con un par de palabras bonitas y la promesa de más alcohol. Sinceramente, fue demasiado fácil.

Él siempre lleva condones, pero tu quisiste hacerlo sin protección, para sentir más —fácil y estúpida, diría mi madre—. Se la mamaste, sin mayor cuidado, ni esfuerzo; luego te acomodaste para que te cogiera y en cuanto él terminó contigo, y salió del baño sin decir nada más, me volviste a mandar mensajes de “te amo” y “te extraño”; mientras él me llamaba para decirme, que sí, que meterse contigo era más fácil que respirar.

¿Cuánto tiempo lo conociste? Diez minutos, creo que fue mucho menos, antes de recargarte en la pared sucia de un baño, para darle acceso a todo tu cuerpo y contagiarte de SIDA.

Justo ahora, no sé si estar enojado contigo, por ser tan puta; preocupado, de que no te cuides; o agradecido, de que nunca más te volveré a ver. Supongo que todo se procesa con el tiempo y terminaré olvidando todo el dolor que me causaste, en cambio tú jamás te recuperarás de esto.

Con el cariño del corazón que se pudrió en tus manos, Ge.

Zaslove, La Maldita Roja

Código de registro: 1904120630781

Derechos Reservados

No hay comentarios.:

Publicar un comentario