CARTA A MI ACOSADOR - Zaslove, La Maldita Roja

lunes, 8 de abril de 2019

CARTA A MI ACOSADOR


¡Depravado, mentiroso, acosador y huevón! Son una de las pocas cosas que te quería gritar durante varios días. Quería ofenderte por hacerme la vida de cuadros después de que te dije que de ninguna manera iba a estar contigo, porque simplemente no eras de mi tipo, ni sentía ningún tipo de atracción por ti

De verdad quería gritarte, porque tu cara negra, con esos ojos salones y esa boca chueca me dan mucho miedo, no importa que sólo midas metro y medio, aunque ya pases de los 30.

En serio me asustas y también te tengo mucho rencor, porque el único error que cometí fue no querer acostarme contigo y me esta costando muy caro.

Pero es que no es mi culpa que no se me antoje que tus manos de niña me toquen o que la saliva que se te sale por las comisuras de la boca cuando hablas se embarre en mi cuerpo, ni querer tocar tu abultada barriga y tus senos de mujer.

Sin embargo, por tu poco amor propio e incapacidad de conseguir una chica que tenga algo más atractivo que una vagina, me toca pagar.

Pero no te preocupes, ya no te voy a gritar. En estos días, en los que me has estado vigilando para exhibir cualquier error que cometo, me he dado cuenta de que a ti es al que le arde el orgullo porque jamas podrás tenerme.

Sientes como si un negro te la metiera por el culo cada vez que le sonrió a alguien más, porque a ti ni un hola te quiero dedicar.

Te caga ver como ando con falda, porque sabes que nunca podrás meterte en ella, así que como cualquier te tienes que conformar con ver a la distancia, porque das asco y lo sabes.

Te imagino todas las mañanas viéndote al espejo y darte cuenta de lo horrible que estás, que tu aspecto sólo provoca ganas vomitar y que por eso nadie quiere estar contigo.

Esa es la razón por la que siempre vas con la cantaleta de que te darías a cualquier vieja, es obvio, no tienes muchas opciones y te conformas con la que puedes, no con la que quieres.

Presumes de la mujeres que te has tirado pero no enseñas fotos, porque sabes que todas esas señoras ya no recuerdan sus buenos tiempos, ni les queda rastro de ellos.

Tu mayor logro fue aliarte con otro imbécil que también quería estar conmigo y al que también rechace. Se reunían todos los días a lamerse el orgullo herido, a quejarse de mí. Pobrecitos, ni juntándose lograron que alguno de los dos me parecía ni un poco atractivo.

Sí, me hiciste la vida imposible, pero jamás lograste ni lograrás hacer lo único que deseas: meter tu asqueroso pene en mi bella vagina, y tendrás que vivir con eso toda tu miserable existencia.

Recuerda esto cada vez que te cojas a otra de tus adefesios o tengas que jalartela solo: no soy yo y jamas lo seré.

Zaslove, La Maldita Roja

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