Yo no busco nada real, ni nada que perdure, menos una
sonrisa que derrita alma. Yo te busco a ti entre mis pesadillas y mis sueños.
Te busco en la oscura mirada de un asesino y el tierno abrazo de una madre.
Busco en cada rincón de mi alma, de mi habitación, de mi
vida, con la esperanza de encontrarte.
Pienso que si observó lo suficiente por una ventana o miro
el cielo te veré esperándome y sabre que tú también me has estado buscando.
Sé que no será hoy, ni mañana, pero un día volveremos a
encontrarnos, en una fría mañana o una cálida noche, y podremos estar en paz.
ZASLOVE, LA MALDITA ROJA
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