Cuando estás desempleado una de las actividades más tediosas y deprimentes, que necesitas hacer es: BUSCAR EMPLEO. La tristeza que te da la búsqueda de una nueva oportunidad, es directamente proporcional al tiempo que llevas buscandola.
En décadas anteriores, las personas compraban el periódico, se ponían formales y salían a buscar empleo, puerta por puerta; durante todo el día iban de un lugar a otro, por toda la ciudad en busca de una oportunidad. Sin embargo, a pesar de que mi abuela sigue diciéndome que vaya a cualquier empresa en persona, hoy la forma de buscar trabajo a evolucionado, al igual que la forma de vivir. Hoy cualquier empresa te pasan un correo electrónico, para mandar tu curriculum.
Entonces yo, una chica tristemente desempleada, me siento con mi laptop y me pongo a buscar trabajo. Primero buscó en los grupos de empleo que hay en Facebook, las ofertas que se repiten una y otra vez cada cierto tiempo, porque no encuentran a alguien que pueda hacer todo, por un ridículo sueldo; eso sin contar que la mayoría de los anuncios son enfocados en prácticas profesionales o servicio social.
Mi siguiente paso es entrar a tres o cuatro portales de empleo, de los miles que existen; si no me he registrado, pierdo una hora de mi vida haciéndolo; a través de palabras clave, buscó oportunidades y me postuló. En teoría es fácil, pero que mandé mi currículum sólo es garantía de que estará con otros cientos o miles, como el mío.
Así pasó dos o tres horas de mis días, no me quejo de eso, lo que es difícil, horrible, tediosos y triste es ver cientos de malas ofertas de empleo, donde te quieren pagar 5 mil pesos, que no te alcanzan para vivir en México, por trabajar 6 días a la semana, ocho horas o más cada día. Entonces aparte de no poder vivir con dignidad, tampoco tienes tiempo para vivir. Esto, sin contar que te piden desde saber trapear, hasta desactivar una bomba; porque claramente es mejor para una empresa contratar a una persona que haga el trabajo de seis y pagarle por una.
Por lo que, después de buscar una oportunidad para crecer, desarrollarme y poder vivir, me siento triste porque sólo encuentro ofertas que me ofrecen poco o nulo desarrollo, por horas y horas laborales, que me serán mal remuneradas. Al final no sólo me veo orillada a buscar y aceptar ese tipo de ofertas, sino a competir por ellas, con otros cientos de pobres diablos desempleados, iguales a mí.
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